Hace un par de semanas terminanos otro programa de coaching en grupo orientado a ayudarnos a establecer y lograr los objetivos que nos proponemos.
Esta vez fue presencial, en Madrid, y tuvo lugar en el Vivero de Empresas de San Blas, gracias al apoyo de Javier Pemau, el director del vivero. |
En esta ocasión, hubo 10 empresarios y empresarias, inicialmente, y entre todos aprendimos mucho, yo tanto como ellos.
Desde aquí quisiera agradecerles, además de la confianza en mí, la dedicación y las ganas de participar que todos manifestaron. Las actuaciones en grupo dependen mucho más de los participantes que del moderador, en realidad, y el grado de implicación de cada uno de los asistentes es lo que define en realidad el éxito o no del programa.
Uno de los ejercicios que hicimos, y que sirvió para estructurar todo el programa, fue acordar una manera de comportarnos y relacionarnos entre todos durante las sesiones. El primer día dedicamos bastante tiempo a este aspecto, para que todos manifestaran su acuerdo o desacuerdo con “las reglas”. En los días posteriores creo que el acuerdo nos sirvió para que el grupo avanzara mucho más rápidamente que si hubiésemos dejado estas cosas sin fijar.
Evitamos, así, los problemas más habituales de este tipo de grupos: una o dos personas que monopolizan la conversación, discusiones que nos sacan del tema, necesidad de “contar mis cosas”… He de decir que donde más beneficio observé personalmente es en que todos supieron postergar la necesidad momentánea de “contar historietas” por el bien del objetivo que nos unía. Y con esto demostraron tener un nivel personal que no es fácil de encontrar. Además, logramos avanzar por un contenido bastante denso. ¡Felicidades!
Como en los demás programas de este tipo (orientado a objetivos), aprendimos mucho sobre nosotros mismos y sobre las tendencias que tenemos y aprendimos por qué a veces no logramos los objetivos que nos proponemos. Y al aprenderlo salimos con herramientas y pasos concretos para sí conseguir lo que nos proponemos.
Una cosa que sí constatamos es lo siguiente: a pesar de que pensamos que estamos muy ocupados, de que vamos de acá para allá constantemente, siempre apagando fuegos, sin tiempo para hacer “lo que de verdad importa”, todos consiguieron sacar el tiempo para asistir al curso. Y esto en sí es un aprendizaje:
Si quieres, siempre logras sacar el tiempo para las cosas importantes.