Continuando con esta idea, me gustaría profiundizar un poco más en otros beneficios que podemos obtener de dedicar tiempo a comunicar claramente los objetivos y los resultados que buscamos.
Además de lo que me puede aclarar a mí, como empresario o ejecutivo, fijarme con claridad los objetivos y, sobre todo, los resultados que se buscan en cada acción, comunicarlos a las personas que puedan estar en mi equipo, o que vayan a participar en la acción, es una manera de cerciorarme de que, si yo me tengo que ausentar, o no puedo hacer algo, los demás sepan a qué atenerse y en qué dirección seguir.
Pero más allá de esto, la comunicación de los resultados hace que, por un lado, los participantes se sientan más implicados en la acción y, por otro, puedan aportar ideas o ejercer su iniciativa sabiendo qué es lo que queremos conseguir (y no solamente, cuál era la acción que íbamos a realizar).
Esto puede poner a tu disposición la imaginación y las ideas de todos los que estén en equipo. Sin duda verás que se les ocurren ideas y maneras de hacer las cosas que tú no has pensado. Y algunas serán mejores que las tuyas. Esta es la manera de beneficiarte de lo que se llama “capital humano”: solicitando y obteniendo su aportación.
Adicionalmente, es interesante tener en cuenta que uno de los factores principales de desmotivación de los trabajadores con mucho talento es que no se sienten partícipes de lo que ocurre. Comunicarles los objetivos y, sobre todo, los resultados que se buscan e invitarles a que formen parte de la planificación y ejecución es el modo de que se sientan implicados y den el máximo de ellos mismos.