Bueno, llegamos ya a un punto de inflexión.

(Por cierto, si no los has leído, para leer los anteriores artículos de esta serie puedes pinchar aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí)

Creo que todo lo que hemos estado hablando se puede hacer, más o menos, así sin mucha estructura teórica.

Quizá porque se entiende – y porque tú eres inteligente, claro.

Estoy intentando evitar, en la medida de lo posible, la terminología técnica.

Identificar las Competencias Estratégicas

Hoy en concreto vamos a hablar de algo que se podría enmarcar dentro de la estrategia, en concreto dentro de lo que llamarías estrategia competitiva. Concretamente, vamos a sacar a la luz tus competencias estratégicas.

¿Para qué y qué es esto de competencias estratégicas?

Digamos, por ahora, que serán las que te servirán para destacar.

Empecemos…

Dado que ya conoces a tu cliente (lo que busca, a lo que aspira, lo que teme, lo que quiere evitar a toda costa, etc.), ahora se trata de ver cómo le das esto, de manera que se lo estés poniendo muy fácil, muy claro, muy barato, muy cómodo, muy elegante, muy bonito, muy… algo.

Y para esto necesitas identificar qué haces o puedes hacer.

Así que, vamos a empezar haciendo una lista.

O más bien 2 listas.

La primera lista

Una de ellas es todas las cosas que sabes o sabéis hacer (o podrías incorporar más o menos rápidamente). Que tengan algo que ver con tu cliente o con sus necesidades, mejor.

Hacer una lista de esto. Llamémosla una lista de las habilidades que puedes poner a disposición de tu cliente.

Bien.

La segunda lista

Ahora, haz una segunda lista con los conocimientos que tienes (por formación o por experiencia, o por lo que sea). Por ejemplo, imagínate que eres un diseñador de interiores. Sabes diseñar. Esto lo damos por supuesto. Pero también sabes hablar inglés. También sabes explicar las cosas de manera que se entienden. También entiendes de arreglos florales, por que te tuviste que empapar para otro cliente. O quizá tienes un despacho de abogados y tenéis un par de abogados especializados en la legislación sobre rescates marinos. Lo que sea.

Haz esta segunda lista de los conocimientos que tienes o tenéis en vuestro negocio.

Y haz una tercera lista – vaya no eran dos listas, sino tres, te he engañado – con los procesos, metodologías, métodos, etc., que tenéis y utilizáis en vuestro pequeño negocio. Por ejemplo, tenéis un sistema de planificación de los proyectos específico. O en los casos de diferente índole hacéis esto o aquello… lo que sea que hacéis siguiendo un proceso que ya hayáis establecido.

 

¿Y luego de identificar las competencias estratégicas?

Estas tres listas son la clave.

La clave de cómo vas a destacar ante tus clientes. Incluso si así, de primeras, no ves cómo, créeme, le vamos a sacar mucho jugo.

Y para no liarte más, te dejo con estas tres listas. Una vez que las hayas hecho, vamos a combinar y ordenarlas con ciertos criterios y te servirán para identificar tus competencias estratégicas. O dicho de otra manera, sobre qué vas a basar tu diferenciación.

Es decir, haces 3 listas y de estas tres listas sacas al final la lista de tus competencias.

Y luego vamos a hacer algo con ellas que es como magia:

Si sigues el proceso verás que puedes lograr que todo tu pequeño negocio se oriente en una dirección que, cuando hayas llegado a ella, te parecerá de cajón.

Pero, ya te advierto: tendrás la tentación de saltártelo, de no hacer todos los pasos. Y luego verás que quizá no veas competencias, o quizá no se te ocurran.

No es culpa del método. Es que no has dado todos los pasos.

Al hacerlo como te propongo, es muy probable que cosas obvias dejen de serlo tanto y otras que andaban pululando por ahí, a las que no hacías caso, emerjan y se constituyan en lo principal para tu negocio.

Bueno te dejo, que tienes unas listas que preparar.