Imagínate que vas caminando por el campo… con alguna sensación de dónde quieres llegar y la dirección general en la que vas. Pero, como no sales a menudo al campo, tu mirada está fija en tus pies; o quizá a medio metro por delante. No quieres pisar un agujero, ni torcerte un tobillo, ni caer en un río… y así, vas avanzando. Moviéndote.

Si continúas imaginándote esto (o mirando la foto), te darás cuenta de que más tarde o más temprano tendrás la necesidad de levantar la vista y ver cuánto has avanzado, y comprobar si vas en la dirección adecuada. Y retomar la dirección hacia tu objetivo. Si no lo haces, las probabilidades de llegar son casi inexistentes. De hecho, si te has visualizado caminando mirándote sólo los pies – o incluso simplemente mirando la foto –  quizá hayas notado que algo te pedía que levantases la vista. Es lo natural. Si no, no sabemos dónde vamos. Si no, cuando levantes la mirada, igual estás aún a 20 metros de donde empezaste, porque llevas 2 horas dando vueltas…

Y así es como casi todos llevamos nuestro negocio: mirándonos los pies. Nos decimos que es para no cometer un error gravísimo y quedarnos por el camino. Y continuamos, sin parar para ver dónde estamos, ni hacia dónde vamos y si nos hemos desviado. La simple sensación de que sigo caminando (y no me he caído en una zanja, por ejemplo) me da la sensación de que voy bien (o al menos, de que voy).

Pero, igual que ocurre cuando caminamos por el campo, si no paro a mirar qué tal voy, puede que esté dando vueltas, dando tumbos, quizá evitando los charcos… pero sin avanzar.


¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a mirar por dónde ibas? ¿Cómo de cerca de tus objetivos estás, cómo ha ido lo que te habías propuesto? El fin de año parece un momento adecuado para hacer este ejercicio, pues implica la sensación de cierre de un ciclo y de arranque de uno nuevo.

En el campo resulta mucho más fácil que en el negocio ver cómo voy: echo la vista atrás, para ver cuánto he avanzado desde que salí de casa, por ejemplo; miro hacia mi objetivo, para ver cuánto me falta hasta la cima del cerro al que voy a subir, y elijo el camino. Tanto el punto de partida como el objetivo están muy claros.

En el negocio también pueden estar igual de claros tanto mi punto de partida como mi objetivo, pero no vienen dados: tengo que definirlos más conscientemente y con claridad para poder tenerlos en mente durante el resto del tiempo que dura mi viaje. Y este es uno de los principales motivos por los que la mayoría de los pequeños negocios simplemente dan tumbos de un lado a otro toda la vida: no tienen un objetivo SMART para definir hacia dónde se dirigen.

La definición de dónde quiero llegar es muy importante, por supuesto. Pero también hay que tener claro desde dónde salgo. Para esto, te propongo que ahora que acabó el año, hagas una reflexión. Un punto de inflexión. Una especie de marca de dónde estás ahora, que te ayude a que los objetivos que te pongas para el año que ahora comienza sean razonables y medibles, y te puedan servir durante el año para decidir qué hacer en cada momento y saber cómo vas.

Qué medir en tu empresa

Para hacer una evaluación de tu negocio este año pasado puedes utilizar diferentes enfoques. Te propongo el siguiente:

Visión Interna Financiera

Identifica todos los que puedas de lo siguiente:

Información Básica:

• Facturación total del año
• Margen bruto (Facturación – coste de entregar el producto)
• Costes de Explotación
• Margen final
• Punto de equilibrio
• Cuándo superaste el punto de equilibrio

Información Adicional

• Gasto agrupado por áreas funcionales u operativas (producción, marketing, ventas, comunicaciones, etc.)
• Comparación de todos los datos con el año anterior (han crecido o disminuido)
• Cuántos clientes componen el 50% de tu facturación
• Cuántos clientes nuevos se incorporaron en el año
• Cuántos clientes perdiste en el año
• Importe medio anual por cliente
• Importe medio por transacción
• Número de transacciones por cliente (media)

Es importante que tengas claro todo lo que está en el apartado Información Básica, antes de intentar lo del apartado Información Adicional. Si no has hecho un repaso así anteriormente, quizá con lo primero sea suficiente por ahora.

Visión Interna – procesos – producto

• Cuántos procedimientos están estandarizados (por escrito)
• Cuál es el coste de los procedimientos internos (los necesarios para entregar tu producto o servicio)

Visión Externa

• Qué puntuación tiene tu empresa por parte de los clientes (feedback formal). Si no tienes un procedimiento formal de feedback, necesitarías instaurar uno.
• ¿Cómo se compara esta puntuación con la del año anterior?
• ¿Qué necesitas o puedes hacer este año para que la puntuación suba?

Dependiendo de tu empresa, tu sector, el grado de desarrollo de tu empresa y otros factores, podrías ir añadiendo otros aspectos en los que fijarte, pero los que he apuntado son, podríamos decir, clave para cualquier empresa. Y un buen punto de partida.

Si ves que en tu empresa no son datos a los que podéis acceder fácilmente o te ves poniendo excusas para no tener claros estos datos… recuerda la sensación de ir caminando mirándote los pies, sin tener claro el rumbo – o vuelve la mirada hacia la foto que hay arriba… y así tendrás una idea de dónde puedes acabar.

La Mente de Emprendedor

Por otro lado, es importante tener en cuenta el aspecto de tu crecimiento como persona que está al mando de esta empresa, o incluso en el caso de un proyecto profesional, y qué habilidades, conocimientos, etc., has desarrollado en este año transcurrido (para identificar en qué necesitas focalizarte en el año que viene).

Algunas áreas sobre las que podrías reflexionar:

• Gestionar a las personas – motivarles y gestionar su trabajo
• Ser eficiente con tu tiempo y tus actividades
• Ser eficiente con tu energía y a qué la dedicas
• Dedicar menos tiempo a las labores de producción y más a las de organizar la captación de clientes y el desarrollo de la empresa como sistema
• Aprender sobre conceptos de empresa para pymes y micro pymes
• Desarrollar tu papel como CEO, como si esta empresa fuera algo que finalmente te dará de comer, sin que tengas que trabajar de manera continua en ella.

Este momento del año parece propicio para detenerse y reflexionar, así que te invito a que dediques algunos ratos – o incluso lo conviertas en una actividad importante – para repasar de manera concreta y con datos concretos cómo ha ido el año pasado – empresarial y personalmente – para, por un lado, ver cuánto has avanzado y puedes felicitarte por ello y, por otro, para que  puedas fijar a continuación objetivos razonables y sensatos que ayuden a que tu proyecto siga creciendo en solidez y rentabilidad.

Cuando pusiste la empresa (o te pusiste por tu cuenta) no era para no tropezar o no pisar un charco (para eso se queda uno en casa).

Era para llegar a algún sitio.

Recuerda ese sitio y mantenlo en tu mirada.


Un apoyo para ti

Si no estás en un grupo de trabajo, o trabajando con un coach o algún otro tipo de apoyo, te invito a que te apuntes al blog (xlnscoaching.com\blog) donde voy escribiendo algunas ideas que te pueden resultar de ayuda. La idea que anima este blog es ayudarte a mantenerte conectado con las cosas y los conceptos que más te pueden servir para mantenerte centrado y focalizado en lo importante.


Nuevo Programa de coaching en grupo

Estoy pensando organizar el siguiente programa de coaching en grupo. El modelo de coaching grupal parece tener mucho tirón!

Tengo dos programas disponibles:

1 –  Programa Mente del Emprendedor

El primero es el programa que trabaja sobre todo tu mentalidad y tu manera de abordar tu proyecto como empresario. Se llama la Mente del Emprendedor. Puedes ver información aquí: http://www.xlnscoaching.com/14-programas-de-coaching/89-coaching-en-grupo-online

En este programa trabajamos la manera de visualizar donde estamos, fijar con claridad nuestros objetivos, entender dónde están nuestras fortalezas, cómo hacer un plan de acción, etc.

Está fundamentado en mi experiencia de tantos años de que, en realidad, lo que diferencia las personas que tienen éxito de las que no lo tienen tanto es cómo piensan, cómo se interpretan y qué hacen al respecto.

Normalmente lo hacemos por Skype (o similar) así que puedes apuntarte y participar sin importar dónde estés.

http://www.xlnscoaching.com/14-programas-de-coaching/89-coaching-en-grupo-online

2 –  Programa Despega!

El otro es el programa Despega! que está más focalizado en quienes están ahora mismo empezando un proyecto. Seguimos los pasos que te ayudan a concretar la idea, tu público objetivo, tu diferenciación, etc…

El otro programa de coaching en grupo lo he denominado Despega! y está más focalizado en quienes están ahora mismo empezando un proyecto.

Seguimos de manera secuencial los pasos que te ayudan a concretar la idea, tu público objetivo, tu diferenciación, etc… Y saldrás ya casi a punto de que tu proyecto pueda despegar.

Aquí tienes toda la información: http://xlnscoaching.com/una-solucion-para-ti/despega

Este es un programa que hasta ahora hemos hecho sólo presencialmente en Madrid. Quizá lo podamos hacer también por Skype.

En ambos casos, la idea es comenzar a mediados de febrero, un día por semana. Las fechas dependerán, como en ediciones anteriores, de los días que vengan mejor a quienes se apunten finalmente.

Si quieres más información, o para manifestar tu interés, puedes escribirme en respuesta a jam(arroba)xlnscoaching.com.

Puede ser una buena manera de darte un buen impulso para comenzar el año y lograr algo diferente a lo que habitualmente logras.

Recuerda, si no haces nada diferente, lo más fácil es que nada cambie.