Si tienes esa horrible sensación de que no paras de trabajar, que tienes mucho trabajo y que, a pesar de tanto esfuerzo, tu negocio no despega, ¡no te preocupes! No eres el único que se ha visto en esta situación.
Es lógico que, si acabas de empezar tu proyecto, debas hacerte cargo de la mayoría de los asuntos, ya que difícilmente tengas opción de contratar a alguien para que te ayude a gestionar.
La promoción de tus productos o servicios, negociar con proveedores, calcular precios, cerrar ventas, fidelizar y mucho más. Esta enorme mochila se posa sobre tu espalda y deberás hacer lo mejor posible para cargarla.
Con ese peso ¿será posible que tu negocio despegue en algún momento?
Frente a la frustración, pareciera que lo único que nos queda por hacer es luchar y meter horas.
Pero ¿será así para siempre? ¿es esta la idea que tenía en mente cuando comencé?
Aquí te ayudaré a realizar un primer acercamiento a las causas que pueden estar evitando el desarrollo de tu empresa, para que así puedas ir tomando acción y cambiando los enfoques que descubras errados.
¡Vamos a echar un ojo!
Razones por las que tu negocio no despega
Existe una gran variedad de motivos por los que puedes encontrarte en un punto muerto, cargado de mucho trabajo y viendo que tu negocio está totalmente estancado.
- Autonomía: una de las principales razones del estancamiento suele ser que no has configurado tu negocio para que funcione con cierta autonomía. Poner tu empresa a tu servicio y evitar que ella te maneje a ti será el primer paso en este proceso.
- Optimización: quizás dentro de tanto trabajar, no te has parado a pensar en optimizar tu negocio y también tu tiempo. Es importante que un emprendedor optimice los recursos disponibles para conseguir el despegue que está buscando.
- Organización: todos sabemos que por nuestro negocio somos capaces de llegar al extremo y trabajar el doble de horas que en un puesto de trabajo convencional. Pero ¿está optimizada esta inversión de tiempo? ¿Realmente está bien empleado mi esfuerzo?
Sobre todo, lo que vas a necesitar son buenas dosis de paciencia y mucho trabajo. Cuando hablamos de trabajo nos referimos a realizar tareas de calidad de manera eficaz y no hipotecar el tiempo sin una clara dirección.
Hay gente que trabaja mucho, pero eso no significa que trabaje bien.
A veces toda esta marabunta de elementos tan abstractos y difíciles de visualizar, suelen estar al alcance de nuestras manos.
El principal problema es que solemos atender los problemas con el mismo punto de vista que hemos utilizado siempre, cuando un ligero cambio de enfoque podría darnos una perspectiva totalmente reveladora.
Herramientas como esta son los que aporta, por ejemplo, el Coaching Empresarial y creo que te vendría bien aprender más sobre ese tipo de apoyos.
Sinceramente, espero que la frase “mi negocio no despega” sea erradicada de tu vocabulario y que puedas disfrutar de la pintura que dibujó tu mente al comenzar tu emprendimiento. ¡Mucha suerte!