Un nuevo soberano del Universo
El mayor de nuestros dos pequeños tiene 4 años.
Hace casi un año vino su hermano a desplazarlo del trono de soberano del universo, príncipe de la casa y dueño absoluto del pecho de su madre…
Y, desde entonces, se afana mucho en demostrar lo fuerte y lo mayor que es y que está.
Le gusta ayudar a limpiar (tiene su propio juego de escoba y fregona), a cocinar y a trabajar en el huerto (con su propia herramienta, claro), y montar en su bici (que por cierto la lleva de maravilla) y en general disfrutar de irse haciendo mayor.
Pero de vez en cuando – cuando ya no puede más de ver a su hermano en el pecho de su madre – se tira al suelo y hace gestos para que lo cojamos en brazos.
Cuando lo miramos extrañados dice: “Soy un bebé”, y se echa a llorar.
Ser pequeño tiene sus ventajas.
Para qué lo vamos a negar.
Por ejemplo, con lo que venimos hablando de planificación estratégica.
Quizá pienses que un proceso de planificación estratégica no es para ti.
Que tu negocio es pequeño y no te hace falta. O te viene demasiado grande. O no procede.
Pero en realidad es al revés.
Te lo explico:
Por ser pequeño:
- Puedes hacer el proceso mucho más rápidamente.
- Pues hacer el proceso mucho más fácilmente.
- Puedes hacer el proceso mucho más económicamente.
Pero además,
Tendrás una ventaja ENORME sobre tus competidores directos.
Sólo por haberlo hecho.
Mira.
Para una gran empresa NO es optativo hacer la planificación estratégica.
Todos sus competidores lo hacen.
Si ellos no lo hacen, se quedan atrás.
Caen en la irrelevancia.
Tus alternativas como pequeño negocio
Pero si eres un pequeño negocio, una microempresa, incluso un autónomo (con ganas de crecer, eso sí), es distinto.
Si tienes 1 o 50 empleados, entonces hacer este proceso de planificación estratégica no sólo te dará claridad, dirección, un plan, etc.
Sino que en sí mismo será una ventaja competitiva porque casi ninguno de tus competidores lo hace (es aburrido, ¿recuerdas?).
Así que casi todo el mundo se conforma con ir leyendo algún libro por aquí y por allí pensando que con eso vale.
De hecho, esto es lo que me ocurrió a mí en la empresa de traducción.
De ser una más de miles (¿decenas de miles?) de microempresas en España, a ser (recuerda, con los mismos conocimientos, y la misma actividad, solo que dirigida de otra manera) una de sólo dos empresas de nuestro tamaño en toda España que hacía lo que nosotros hacíamos.
Y a tener una rentabilidad espectacular fuera de todo lo normal.
Y el mismo proceso que me llevó, cuando volví de los años sabáticos que me tomé, a empezar mi actividad de coaching empresarial y a vivir de ella desde el primer año.
Piensa que la mayoría de las personas que estudiaron coaching conmigo aún hoy – trece años después – no logran vivir de ello.
¿Soy mejor coach que ellos? No necesariamente.
Pero lo sea o no, lo cierto es que gracias a esto ahora soy mucho mejor que antes, porque me ha permitido realizar miles de horas de coaching – ya que no tengo que tener otro trabajo.
Pero, no te quiero aburrir con mis historias…
Es sólo para que entiendas que además de todo, que tu negocio funcione como un negocio y no como un puesto de trabajo, hace que puedas convertirte en un mejor profesional también.
Planificación estratégica para pequeños negocios
Si te interesa que tu negocio sea más que un puesto de trabajo, completa el formulario, y te avisaré en cuanto se abra el curso de planificación estratégica para pequeños negocios.
Es precisamente un sistema simplificado y especialmente pensado para pequeños negocios.
No deja de ser riguroso y metódico – que es lo que necesita ser – pero no te obliga a hacerlo como si fueses una multinacional… Al contrario, es muy compacto y al grano.