Antes de comenzar a planificar el año que viene, sin duda es importante repasar cómo ha ido el año pasado. Aunque el cambio de año sea un momento arbitrario, no nos viene mal, con todo lo que tiene psicológica y socialmente de cambio, parón y nuevo comienzo, utilizarlo de marca para poner un nuevo “0” en el cuentakilómetros, por así decirlo.
El primer paso es revisar los objetivos del año pasado y ver qué ha pasado. Si estás trabajando ya con objetivos o con un coach, sin duda tendrías objetivos muy específicos para el año pasado. Como ya comenté al inicio del 2010, es importante fijarse algunos objetivos (2-3) en áreas concretas y diferentes del ámbito de tu trabajo, como empresario o como autónomo.
Así que, si no lo has hecho ya, te invito a que saques los objetivos que tenías (escritos, ¿verdad?) en las diferentes áreas, les quites el polvo (si es que hace mucho que no los miras) y compruebes, uno a uno, y de manera específica, cómo te ha ido: ¿los has conseguido? ¿los has sobrepasado? ¿Qué puedes aprender de lo que ha ocurrido? ¿Eran demasiado ambiciosos, o no lo suficiente? ¿Podrías haber hecho algo más para acercarte a ellos, si te has quedado sin alcanzarlos?
Si puedes hacer este trabajo sin duda descubrirás cosas que no habías visto y que te pueden ser muy útiles para el nuevo año. Es el principio de poder aprender de lo hecho y emplearlo a tu favor en el futuro.
Una vez más, te invito a que lo hagas por escrito: te sorprenderá lo que encuentras.