En el último número de la revista Harvard Business Review, publican un “Stress Test” para la estrategia de tu empresa. Esto es el equivalente a lo que se ha llamado “prueba de esfuerzo” para los bancos y de la que tanto hemos oído hablar en esta crisis financiera.
En estos tipos de prueba el objetivo es comprobar cómo reacciona ante una posible situación adversa extrema la persona o entidad que se está sometiendo a la prueba. Pero a diferencia de las prueba de esfuerzo físicas, en la que para comprobar cómo reacciona tu organismo, y principalmente tu corazón, ante un esfuerzo prolongado, lo hacen sometiéndote a un esfuerzo real (en una bicicleta estacionaria o una cinta), estas “pruebas de esfuerzo” consisten en realidad en crear posibles escenarios – imagninarnos lo peor – y calcular cómo saldría parado el banco o, en el caso que nos ocupa hoy, la empresa.
La “prueba de esfuerzo” que presenta la HBR consta de siete preguntas que has de contestar acerca de tu empresa. Hoy sólo quería invitarte a que contemples la primera: ¿Quien es tu cliente básico o principal? (o ¿Tienes un nicho clara y precisamente definido? ).
Como explica a continuación el artículo, tener un nicho definido es clave por muchos factores, pero principalmente porque es en lo que nos basarás para decidir cómo asignas los recursos de los que dispones (que, como sabes, son tiempo, energía, dinero). No tener un cliente básico claro es un factor tan importante que es la primera pregunta de las siete que conforman el test, y si la respuestas no es afirmativa, ya sabes dónde tienes que empezar a trabajar.
Ahora que llega el fin de año, quizá sea un momento para comenzar a reflexionar sobre cómo ajustar mejor la definición de mi público objetivo.