¿Por qué es esto esto así? ¿Por qué los pequeños empresarios no suelen tener objetivos claros? No lo sé, y no sé si es importante saberlo. Quizá sea por que la mayor parte de los empresarios eran profesionales anteriormente y los profesionales tienen sus objetivos imbricados en el propio desarrollo de su profesión, en hacer bien lo que hacen. Es una actividad que se justifica a sí misma.
Profesionales o no, si trabajaban por cuenta ajena anteriormente, puede que nunca se hayan parado a pensar que en la empresa había gente que hacía otras cosas, e incluso alguien que tenía una idea de llegar a algún sitio. Aunque lo más seguro es que sí lo veían, pero no se fijaban… y no cayó la moneda de que eso es lo que hace que la empresa funcione.
Este es el famoso fallo de pensar que porque entiendo el producto (o servicio) que ofrece la empresa, entiendo como funciona la empresa que hace el producto.
También puede ser por que en general estamos acostumbrados a que la responsabilidad de decidir la haya tomado otro.
Quizá por que aún no he hecho el cambio mental que requiere convertirse en emprendedor…
No hay que desdeñar el impacto que tiene a nuestro alrededor funcionar con un objetivo concreto. Pero sobre todo, el efecto que tiene sobre uno mismo. De repente verás todo de otra manera. Otearás el horizonte para ver qué tal vas, no sólo para admirar el paisaje, ni para quejarte de qué gris está el cielo. Estarás atento a los vientos para ver si te pueden acercar a tu objetivo o si has de arriar las velas durante un tiempo… pero para esto, has de tener un objetivo.
Por supuesto, no cualquier sueño es un objetivo, pero para empezar puede servir. Lo importante es concretarlo. En una etapa posterior podemos ver qué características ha de tener un objetivo con el que me puedo comprometer. Pero de momento recordemos que un objetivo funciona como un imán: atrae nuestra energía, nuestros pasos y conforma el camino hacia él.
¿Has dedicado unos minutos a poner por escrito tus objetivos empresariales? Si aún no lo has hecho, te invito a hacerlo. Si ya lo has hecho, habrás observado el cambio que supone. ¿Te parece que puedes compartirlo con otros?