Una de las primeras áreas de negocio que se reducen o eliminan durante una crisis es el presupuesto de marketing. Es un “gasto” no relacionado directamente con la generación de beneficios, sobre cuyo retorno a la inversión la mayoria de las empresas suelen tener muy poca información. Y tampoco suele emplear a mucha gente.
Resulta mucho más fácil recortar el gasto en publicidad y acciones de marketing que afectar directamente el puesto de trabajo y la vida de personas a las que conocemos y con las que trabamos: cuesta menos decir que reducimos el presupuesto de marketing un 40% que despedir a José Luis y Marga, que hace años que están con nosotros. Y como lo más fácil es que no sepamos qué relación existe entre el marketing y la cuenta de resultados, es mucho más fácil justificarlo.
Desafortunadamente, esto sirve para perjudicar gravemente el posicionamiento de tu negocio en el mercado ahora y en el futuro, ya que no estás promocionando tu empresa, tus productos o servicios durante este tiempo. Esto afecta directamente la consistencia y la visibilidad, dos de los principales factores para un marketing exitoso. Es decir para un marketing que produce un aumento de las ventas y de la rentabilidad.
Aparte de otras consideraciones, el dinero que inviertas en marketing en momentos como este es mucho más potente que la misma catidad invertida en otros momentos, porque cada euro que inviertes supone un mayor porcentaje sobre la cantidad total invertida en marketing en tu sector. Mientras que otras empresas reducen su gasto en esta área, el hecho de que tu negocio siga presentándose antes tus potenciales clientes sirve para mantener credibilidad y seguridad en que estáis ahí. Cuando tu competencia deja de aparecer en los sitios en los que lo hacía, vosotros siempre estáis en los lugares relevantes. Esto transmite una idea de solidez y estabilidad que supone una consolidación de la imagen de marca.
Supone una importante diferenciación, a una fracción del coste que hubiera requerido cuando todo el mundo está invirtiendo, lo que supone más ventas a corto plazo, pero también ayuda a construir el éxito en la consolidación de tu marca en el largo plazo.
Si aún dudas, pregúntate: ¿qué preferirías, que tu competencia eliminase su presupuesto de marketing o que siguiese invirtiendo?… Pues eso.