Es normal que coaching y mentoring se confundan, dado que ambas disciplinas apuestan por dar soporte a un empresario y su proyecto. Te propongo que sigas leyendo para descubrir las diferencias entre mentoring y coaching
Ambos están comprometidos con el desarrollo de cualidades individuales a través de una comunicación uno a uno, pero la elección entre uno u otro dependerá de tus necesidades particulares.
Para que puedas ver las diferencias, te daré una idea de las formas de trabajo de cada disciplina.
¿Qué es mentoring?
El mentoring se basa, sobre todo, en una relación personal y de confianza. A través de su propia experiencia, un mentor puede ayudarte en el desarrollo personal.
Su metodología es claramente experiencial, a diferencia de un coach, que tiene planes de acción que va ejecutando en diferentes momentos en el tiempo que trabaja contigo.
Una de las claves para entender la diferencia es que un mentor se especializa en tu industria e inclusive en un área determinada: finanzas, toma de decisiones, marketing, entre otras. Sus conocimientos en esa área en particular los aplicará para guiarte a ti y, como consecuencia, también se verá beneficiada la actividad de tu empresa.
El trabajo de un mentor es a largo plazo. Sus esquemas están estructurados de manera tal que pueda proporcionarte herramientas y conocimiento a lo largo de tu carrera profesional. Es en este tiempo en el que se va construyendo una relación de confianza que, de ser exitosa, implica la colaboración durante años.
El mentoring es una disciplina basada en el desarrollo y en las necesidades. Puedes contar con su participación en cualquier momento y por un período de tiempo indeterminado.
Este servicio a largo plazo algunas veces incluye que el mentor trabaje con un grupo determinado de personas en tu equipo.
Si bien es un servicio, el mentor participa muchas veces de manera voluntaria, dada la confianza y cercanía con la persona a la que asiste.
¿Qué es un coach?
Un coach también es un guía en tu desarrollo personal y profesional, pero su principal característica es que es alguien ajeno a la empresa. Al ser un tercero, el coach te ayuda a configurar un mapa de acciones sin tener una relación tan estrecha contigo o la empresa.
Además, el coach no trabaja un área específica, sino por objetivos. Las herramientas del coach se aplican en el día a día y, a medida que se van implementando y fortaleciendo, el coach poco a poco va dando un paso al costado.
Sus conocimientos se basan en plantear estrategias efectivas para tu proyecto, planes para alcanzar metas, y desarrollar tu potencial y el de cada miembro de tu equipo.
El coach tiene objetivos medibles, pero sobre todo, un marco de tiempo. Su plan de acción es a corto plazo y tiene un seguimiento constante. Con un coach podrás saber qué pasó desde el primer día, cuánto has avanzado y en qué momento su colaboración contigo terminará.
De esta manera, el coach siempre se centra en tu desempeño y el de tu equipo, para así poder darle una nueva estructura a tus actividades diarias.
El coach tiene una mirada más integradora. Intenta conocer cada aspecto de la empresa como valores, metas, historia y equipo.
Diferencias entre Coaching y Mentoring
El mentoring trabaja desde la experiencia en un área determinada y te guía a través de consejos. Es una relación personal y normalmente voluntaria y a largo plazo.
El coach, en cambio, estará contigo por un período de tiempo determinado, te guiará a través de reuniones programadas y, sobre todo, te dará herramientas aplicables y medibles para que puedas implementarlas y ver cambios en tus procesos.
Espero que estas diferencias entre coaching y mentoring te sirvan para descubrir sus ventajas y aplicabilidad en tu futuro personal y profesional.
En el caso de los pequeños empresarios, mi experiencia es que lo que más les ayuda es una combinación de ambos roles: un coach que esté realmente formado en coaching, para ayudar en el desarrollo interior y exterior, y que también tenga experiencia real – no sólo teoría – en todo lo que la persona necesita saber, hacer, los retos a los que se va a enfrentar. Es decir, que sea o haya sido empresario o emprendedor.
Es decir, nada de consultores de empresa que en su vida han puesto una empresa. Nada de coaches de empresa que nunca han tenido que sacar adelante una empresa.
Un pequeño empresario, no se puede permitir un coach que sólo hace coaching “puro”. El cliente puede pasar meses hasta que, mediante preguntas socráticas, se da cuenta de que necesita implantar un sistema de gestión de calidad, por ejemplo.
Un mentor se lo diría en cuanto sea oportuno.
En tanto que coach, puede ayudar a agilizar la superación de dificultades, desarrollar la capacidad de salir de su área de confort, enfrentarse a retos etc., mientras que en tanto que mentor, puede anticiparle áreas de peligro, señalar cosas que puede no estar viendo, etc.
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