“No, si ya sé que es importante, lo que pasa es que no me da el tiempo…” ¿te suena?
Siempre tienes tiempo (24 horas, como todos), sólo que decides dedicarlo a otras cosas.
Cuando dices no tengo tiempo para esto (salir a vender, revisar la web, hacer llamadas a clientes, formarte en ventas, desarrollar un sistema de venta), lo que en realidad estás diciendo es “no lo considero suficientemente importante. Me parecen más importantes todas las demás cosas que hago en lugar de hacer esto”.
“Pero”, me dices, “es que me cuesta.”
Por supuesto, hay cosas que “sabes” que son importantes pero “te cuestan”. Incluso en estos casos, es más importante para ti, en este momento, no enfrentarte al reto de superar la dificultad, que hacer lo que “sabes” que tu empresa necesita.
El ejemplo más claro es el de hacer llamadas en frío. Sin duda cuesta, me hace sentir incómodo, mal… y muchas otras cosas. Pero nadie se ha muerto por hacerlo (sólo se ha sentido incómodo, incluso muy incómodo), ni le han dejado de hablar, ni ha salido en el telediario con la gente insultándolo.
Lo que sí suele pasar por hacer llamadas en frío, por ejemplo, es que logras más clientes… pero claro, es más importante no sentirte incómodo…
Si realmente pensaras que es importante lo harías. Si te dieras cuenta de lo importante que es, no harías nada más hasta que esto estuviese hecho.
Ya sé que prefieres pensar otra cosa, pero esta es la realidad.
Tú decides a qué dedicas tu tiempo. Tú decides, así, qué es importante.