He leído en el blog de Alejandro Suárez Ocaña un post sobre los 10 errores más comunes del emprendedor español.
El post tiene mucho jugo y da para muchos comentarios. Uno de ellos, en concreto, me ha hecho sonreir: “No admitir y corregir los errores a tiempo”. En el post dice:
“Muchos emprendedores se obcecan en pensar que todos los consumidores son como él y que deben compartir sus criterios. Si eso no lleva a un éxito inmediato, se empeñan en demostrar al mundo que están equivocados.”
Esta última parte (la de demostrar a los clientes que están equivocados) la veo tan a menudo que me genera casi ternura cuando me enfrento con ella. Se manifiesta mucho en frases como “El cliente no aprecia la verdadera calidad”, o “No saben lo que es mejor para ellos (los clientes)”, y se empeñan en que los clientes tienen que estar de acuerdo con ellos en lo que es “calidad” y lo que es “valioso”.
Digo que me genera ternura porque lo suele decir alguien que ha trabajado toda su vida en desarrollar unas habilidades o un conocimiento muy específico sobre un tema (lo que sea que vende) y no entiende, o mejor dicho no acepta, que alguien que no “sabe de esto”, es decir, el cliente, decida si algo es bueno o malo.
El problema es que cuando pones un negocio no se trata de ver quien hace el mejor producto desde el punto de vista de los especialistas, sino quien ofrece el mejor servicio desde el punto de vista de los clientes. Y el cliente tiene el punto de vista correcto. SIEMPRE.
Excepto en los casos en los que se consigue generar una necesidad que antes no existía, un negocio normalmente trata de cubrir una necesidad de manera que resulte en una mejoría para el cliente (más rápido, más cómodamente, más fácilmente…).
A veces, cuando surje este tema, me acuerdo de la historieta (quizá una leyenda urbana) de la agencia de publicidad que realizó un campaña publicitaria que obtuvo el premio al mejor anuncio, otorgado, creo, por una asociación de publicistas. Era precioso, creativo, moderno… el único problema era que durante la existencia de la campaña, las ventas de su cliente habían bajado considerablemente. … definitivamente los clientes no entienden ;-).
El post de Alejandro Suárez Ocaña puedes leerlo aquí: http://www.alejandrosuarez.es/2012/03/los-10-errores-mas-comunes-del-emprendedor-espanol/