En su magnífico libro “El Hombre en Busca de Sentido”, Viktor Frankl nos relata las increíbles experiencias que sufrieron las personas que estuvieron en los campos de concentración nazi. Todo el libro vale la pena, pero para mí hay una enseñanza especial que extrajo de su experiencia y que comparte con el lector:
En el medio de las degradaciones más extremas, de los ataques más fuertes a la dignidad humana que podemos imaginar, había personas que sacaban su lado más “animal” y había personas que incluso en estas circunstancias extremas, se ocupaban de otros, cedían lo poco que les daban para comer a los que estaban aún más enfermos y débiles que ellos, animaban a los demás y mantenían una actitud que no se sometía a la degradación que los carceleros querían imponer.
Te pueden quitar todo en la vida, excepto la decisión de cómo te vas a enfrentar a lo que está pasando.
Tu actitud está determinada por ti mismo, no por los demás. Nada de lo que pasa fuera te obliga a reaccionar de una manera u otra.
Tu actitud en las ventas está directamente relacionada con tu éxito.
Una actitud positiva, de reto y superación, te hará tener éxito.
Sin duda.
Una actitud de “no puedo”, “es difícil”, “no sé”, “me cuesta”, te hará NO tener éxito.
Sin duda.
Lo que a veces hacemos para “escaquearnos” es echar la responsabilidad de cómo abordamos las situaciones sobre los demás, sobre las circunstancias, etc. Nos mentimos a nosotros mismos cuando lo hacemos.
TÚ ERES LA ÚNICA PERSONA RESPONSABLE DE LA ACTITUD QUE TIENES
Lo único que te separa, por lo tanto, de la actitud que te acerque, en lugar de que te aparte, del éxito, es TOMAR LA DECISIÓN DE TENER OTRA ACTITUD.
Eres el dueño de tu destino.