De la ilusión al agobio. El inicio de un proyecto empresarial siempre genera entusiasmo y motivación. Pero si no está apoyado en una planificación realista y en una ejecución deliberada y continua, se acaba convirtiendo en una fuente de agobio y de sentirse desbordado.

Del control al caos. Aunque puede haber imprevistos con respecto al plan de acción, cuando se convierten en la norma, tu actividad se limita a apagar fuegos y pierdes de vista tu verdadero objetivo y el sueño que te impulsó inicialmente.

De la compañía a la soledad. Al principio el entorno acompaña y alienta, aunque luego las problemáticas son tan específicas y los mensajes tan dramáticos: “no hay horarios para quien emprende”, “trata de no enfermarte”, que terminas silenciando tus inquietudes.

Sostener la ilusión. Es decir, lejos de sentirte tiranizado por un proyecto, la idea es poner el esfuerzo sin perder la ilusión, cambiando y afinando algunos aspectos de ti.

Mantener el control. Cambiar la mentalidad que te ata a una manera de interpretar la realidad que frena tu desarrollo. La idea es trazar objetivos realistas que acompañen tu foco en lo prioritario para no agotar tu energía y para no perder de vista tu meta.

Disfrutar de la compañía. Esa es la idea de nutrirte de diversas experiencias de otros emprendedores y/o pequeños empresarios que han pasado o están pasando por situaciones similares a la tuya.

¿Qué te permitirá lograr mi servicio de Coaching?

Objetivos personales y profesionales

• Desarrollar la mentalidad del emprendedor, imprescindible para saber qué importa y cuál es la acción necesaria en cada momento.
• Establecer que tu empresa está a tu servicio, al servicio de tu vida y de tus proyectos. Sólo con esa visión sabrás qué hacer para convertir en realidad lo que quieres.
• Fijar objetivos e implantar los mecanismos necesarios para alcanzarlos.
• Desarrollar una estructura diaria para facilitarte el logro de tus metas, de forma que la priorización y la focalización te permitan administrar tu energía y centrar tu intención.
• Compartir e intercambiar experiencias con otros emprendedores y pequeños empresarios de diversos ámbitos y sectores.
• Conseguir claridad mental a la hora de tomar decisiones sobre tu negocio y a la hora de decidir mejores formas de administrar tu tiempo y energía.
• Identificar las áreas que necesitas mejorar y/o desarrollar tanto a nivel personal o profesional, como en la actividad específica en la que vayas a desenvolverte.
• Acceder a tus recursos personales internos para desarrollar tu potencial y convertirte en tu mejor versión.
• Aprender a elaborar un plan de acción para guiarte en este proyecto y en cualquier objetivo futuro que te plantees.

1) Instantánea inicial sobre dónde estás
Un primer contacto personal contigo, para aclarar tu situación, tus necesidades y tus expectativas. Es un paso fundamental para entender hacia dónde debe ir dirigido el trabajo.

2) Tus objetivos y por qué los quieres
6 sesiones, 6 semanas. Todo rigurosamente planificado para que se ajuste a las expectativas y necesidades individuales, siempre en función del contexto empresarial que tengas.

3) Desarrollo del proyecto
Una sesión de seguimiento un mes después de finalizar el programa para evaluar y celebrar los avances y determinar algún ajuste si fuera necesario.