No debemos olvidar que la verdadera razón por la que queremos gestionar mejor nuestro tiempo, es para hacer nuestro trabajo mejor y acabarlo en menos tiempo, de manera que nos deje cada vez más tiempo libre para nuestra vida personal, que es donde encontramos la verdadera satisfacción.

La abrumante mayoría de nuestra felicidad procede de tener buenas relaciones con otras personas, sobre todo con personas cercanas: familia y amigos. El factor determinante en la calidad de nuestras relaciones es la cantidad de tiempo que pasamos cara a cara con la gente que queremos y que nos quieren. 

Todo esto de gestionar mi tiempo, ser eficiente, tragarme la rana, como decíamos, y aprender a hacer más en menos tiempo tiene el objetivo de permitirme pasar más tiempo con la gente que me interesa, a la que quiero, haciendo las cosas que de verdad me producen alegría y satisfacción.

Recuerda que no todo se acaba en el trabajo. El trabajo, nuestros objetivos (smart y todo) han de estar al servicio de nuestra felicidad personal. Si no no tiene ningún sentido.

En el trabajo, es la calidad del tiempo que allí pasas lo que cuenta;

En casa y con los tuyos, es muy importante la cantidad. Queremos ser más eficientes, para tener más tiempo con ellos.