Después de tres días de repetir lo mismo ante unos exhaustos asistentes a las jornadas de MadridEmprende (pero repitiéndolo con algo de gracia para no ser tan pesado, eh?), uno de ellos dijo: Entonces, de lo que se trata, la clave, ¿es encontrar la Propuesta de Valor? EUREKA!!

Efectivamente, de esto se trata.

Se trata de esto por dos motivos.

  1. Porque sin una propuesta de valor clara, valiosa y diferenciada, tu proyecto tiende a fundirse con la multitud y, por lo tanto, tendrás que diferenciarte por… €
  2. Pero, sobre todo, en el estadio inicial más habitual, fijarse el objetivo de encontrar una Propuesta de Valor y, por lo tanto, identificar claramente tu segmento (o cliente objetivo) y cómo mejoras su vida, te obliga a “cambiar el chip” (como tantos me dicen en los seminarios). Ese “chip” con el que nos plantamos ante la posibilidad de montar una empresa, y que tanto nos dificulta comenzar a focalizarnos en lo que realmente tenemos que hacer. El “chip” de que mi producto es bueno, o mi servicio es excelente. Hasta que no logre poder describir lo que hago desde la perspectiva de cómo mejora la vida de mi cliente, estaré, para él o ella, fundiéndome en el coro de fondo, donde no destaco.

Si quieres ser un protagonista y destacar en tu sector, si quieres que tu cliente se acuerde de ti en cuanto piense en eso que tú quieres vender, háblale de sí mismo, sus aspiraciones, deseos y sueños.

Y así no podrá evitar escucharte.