A menudo me dicen: ”Juan Antonio, las historias estas que cuentas en tus boletines o en los seminarios están muy bien, son entretenidas y normalmente me llegan. ¡Hasta me hago todo tipo de propósitos! Pero luego está el día a día y acabo por no hacer nada de todo eso.”

Y, claro, este es el verdadero acertijo que hay que resolver: cómo consigo hacer lo que sé que tengo que hacer (y que además quiero hacer), cuando todas mis costumbres, hábitos y hasta mi entorno, parecen empujarme en otra dirección. Es parecido al conflicto de quien quiere perder peso: sabe lo que tiene que hacer, pero por algún motivo, no acaba de hacerlo (se lía, no se acuerda, no le apetece, lo hace unos días y luego lo deja… etc.).

He pensado que sería buena idea ofrecer un nuevo caso práctico de unos clientes que montaron su empresa hace un par de años y a pesar de que me habían conocido en seminarios y algún taller, no se habían decidido a comenzar a trabajar hasta que estaban en una situación bastante apretada.

En el proceso hemos cambiado el modelo de negocio, modificado la estructura de precios, implantado un sistema de seguimiento para tomar decisiones… ¡y superado muchas resistencias!

Puedes descargar el caso práctico desde aquí: http://xlnscoaching.com/recursos-gratuitos/caso-practico-iii-sector-servicios

Digo a menudo que es una lástima que comienzo con muchos clientes cuando la empresa está casi en la “UVI” y el trabajo ha de ser principalmente de emergencia y supervivencia. Y es una lástima porque en este caso a lo que podemos aspirar (y solemos conseguir) es a mantener la existencia del negocio, con mejoras, por supuesto. Pero es un placer diferente cuando trabajo con empresas que van bien, pero que quieren mejorar (rendimiento, procesos, afianzarse, mayores beneficios, más tiempo libre para el empresario…). Pero en fin, también es cierto que sólo vamos al médico cuando de verdad nos duele, ¿no?

Bueno, aunque suena un poco a autobombo, la idea es que con un caso práctico se pueda apreciar qué supone ponerse finalmente a hacer lo que más me ayuda a lograr lo que busco y dejar de esperar a “que ocurra”. Aunque lo hagas ayudado por alguien, al final el beneficio será tuyo.