Quieres llevar adelante una empresa y estás dando los primeros pasos. Has leído sobre diferentes conceptos propios del mundo de los negocios y, entre tanta información, te estás preguntando cuáles son las diferencias entre emprendedor y empresario. ¿Cuál de ellos eres? ¿Cuál de ellos quieres ser?
Vamos a decirlo de manera sencilla:
- Si tienes una idea que te mantiene en el aire, que sientes propia y que quieres ver cristalizada, probablemente seas un emprendedor.
- Si has observado un entorno, has detectado oportunidades y estás por lanzarte a aprovecharlas, puede que tu perfil sea el de un empresario.
Quizás estos conceptos parezcan un poco etéreos, pero eso no significa que no guarden una estrecha relación con la realidad y con la estructura más práctica de estos perfiles.
Adentrémonos un poco más en estas figuras.
Los primeros pasos de un negocio
Emprendedor
Cuando analizamos las diferencias entre emprendedor y empresario, vemos que el primero tiene por objetivo plasmar sus ideas, y ello es su motor.
Si tiene personal a cargo, se coloca naturalmente en un rol de compañero y fomenta el trabajo mancomunado dentro de una línea de mando más flexible.
Por momentos, no tiene tan claro cómo conseguir lo que desea, pero está dispuesto a intentarlo, aunque esto signifique poner en jaque sus finanzas personales.
Empresario
En la otra vereda, el empresario se centra en generar ganancias, suele ser un buen administrador y mantiene una relación de liderazgo más tradicional con sus empleados.
Un buen empresario tiene capacidad para conseguir y mantener la rentabilidad, que es su eje conductor. Mantiene su foco en lograr los ingresos proyectados e intenta no involucrar su vida privada en el proyecto.
Tenga o no participación en las acciones de la empresa, está llamado a discontinuar cualquier estrategia que, a su juicio, esté dañando los resultados.
¿Qué sucede cuando las cosas no marchan tan bien y hay que hacer cambios?
Emprendedor
En este caso, el emprendedor no sufre tanto, puesto que en su mismo ADN está el cambio, la facilidad de ver el horizonte y reacomodar las fichas de acuerdo a las necesidades.
Pondrá todo su empeño en ver crecer su sueño, e instará a los miembros de su equipo a trabajar para lograrlo.
Tal vez no tenga un plan perfectamente delineado y pierda algunos integrantes incrédulos por el camino, pero esto no lo detendrá.
El emprendedor suele moverse en una red donde encontrará nuevos aliados que estén dispuestos a embarcarse en su proyecto.
Empresario
En contraste, el empresario puede verse más afectado ante esta situación desfavorable. En su mente, los resultados no mienten y leerá cualquier necesidad de cambio como un error y un posible fracaso.
Sin embargo, un buen empresario podrá doblegar la adversidad, analizará las circunstancias y podrá reconfigurar la empresa para volver a generar ganancias, apoyado por un equipo fiel que deberá empeñarse hasta alcanzar los objetivos.
Su plan será certero, claro y convincente.
Diferencias entre emprendedor y empresario
Como puedes ver, ambos presentan algunas fortalezas y debilidades teóricas que marcan diferencia en la construcción de sus perfiles.
Sin embargo, hay que tener claridad con respecto a que cada persona tiene rasgos únicos y reacciona de forma específica a determinadas situaciones. Esto hace que las diferencias entre emprendedor y empresario, sean mucho más flexibles en la práctica.
En cualquier caso, ambas figuras pueden llegar a requerir ayuda en sus gestiones y tú, independiente del perfil con el que te sientas identificado, siempre deberás estar abierto a nuevas posibilidades.
Entonces ¿eres emprendedor o empresario?
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