Después de tres días de repetir lo mismo ante unos exhaustos asistentes a las jornadas de MadridEmprende (pero repitiéndolo con algo de gracia para no ser tan pesado, eh?), uno de ellos dijo: Entonces, de lo que se trata, la clave, ¿es encontrar la Propuesta de Valor? EUREKA!!
Efectivamente, de esto se trata.
Se trata de esto por dos motivos.
- Porque sin una propuesta de valor clara, valiosa y diferenciada, tu proyecto tiende a fundirse con la multitud y, por lo tanto, tendrás que diferenciarte por… €
- Pero, sobre todo, en el estadio inicial más habitual, fijarse el objetivo de encontrar una Propuesta de Valor y, por lo tanto, identificar claramente tu segmento (o cliente objetivo) y cómo mejoras su vida, te obliga a “cambiar el chip” (como tantos me dicen en los seminarios). Ese “chip” con el que nos plantamos ante la posibilidad de montar una empresa, y que tanto nos dificulta comenzar a focalizarnos en lo que realmente tenemos que hacer. El “chip” de que mi producto es bueno, o mi servicio es excelente. Hasta que no logre poder describir lo que hago desde la perspectiva de cómo mejora la vida de mi cliente, estaré, para él o ella, fundiéndome en el coro de fondo, donde no destaco.
Si quieres ser un protagonista y destacar en tu sector, si quieres que tu cliente se acuerde de ti en cuanto piense en eso que tú quieres vender, háblale de sí mismo, sus aspiraciones, deseos y sueños.
Y así no podrá evitar escucharte.