Lo que principalmente decide qué consigue cada persona está principalmente condicionado por lo que tiene en su cabeza: por su mentalidad.

Su manera de pensar.

Cómo interpreta las situaciones.

Lo que hago 0 no hago siempre está basado y condicionado – consciente o inconscientemente – por cómo interpreto cada situación.

La mentalidad es la clave

La mentalidad, la visión del mundo, que tengo tiene un componente inicial personal (una tendencia) que luego se moldea en el desarrollo de mi vida. En el trato con la vida, principalmente con mis padres al principio, luego con mis compañeros, luego con todo el mundo con el que entro en contacto y con aquello a lo que me “expongo.”

De igual manera que el alimento de mi cuerpo acaba por configurar concretamente cada célula de mi cuerpo y cómo funciona, el alimento de mi mente, lo que absorbe, acaba por configurar cómo funciona mi mente: cómo interpreta la vida y las situaciones a las que se encuentra.

¿Y cuál es el alimento de la mente? preguntarás… Lo que permites (o haces) que entre en ella: Las Impresiones.

¿Qué son las impresiones? Lo que veo, lo que escucho, a lo que presto atención, lo que me veo a mí mismo haciendo, lo que veo a los demás haciendo. A lo que dedico tiempo y atención.

No Da Igual

Por esto…
NO DA IGUAL, si me paso los días escuchando gente criticona. No puede sino afectar cómo abordo las cosas.
NO DA IGUAL, si me paso los días con gente que se queja de todo, en lugar de ponerse en marcha. No puede sino, aunque sea poco a poco, convencerme de que yo también puedo quejarme de cómo están las cosas, en lugar de ocuparme de lo mío.

NO DA IGUAL, si paso horas viendo televisión. No puede sino ir rebajando mi nivel de atención, capacidad de atender, capacidad de soportar la frustración, porque está diseñada para esto. Para hacerme pasivo y reactivo ante la vida (así pueden convencerte mucho más fácilmente).

NO DA IGUAL, qué tipo de música escucho, a qué conversaciones me sumo, qué libros leo, con qué tipo de personas me relaciono, qué actividades realizo.

NO DA IGUAL CÓMO GESTIONO MI ATENCIÓN Y MI ENERGÍA.

Donde permito que vaya mi atención, detrás va mi energía.

Aquello a lo que dedico energía y atención crece dentro de mí. Acaba por convertirse en MÍ.

ELIGE CÓMO QUIERES SER